¿Qué es?
Es muy importante detectar los síntomas y problemas de la Baja Autoestima y también de la Timidez.
Las personas que sufren este tipo de problemas sienten una inquietud casi continua con sus emociones. Por eso, existe una importante correlación estadística entre el grado de timidez de una persona y su estado emocional.
El malestar y el conflicto interno que viven, puede ncausarles trastornos como la ansiedad, depresión o la dependencia emocional. Llegan a ver el mundo exterior y el interno, de una forma negativa y hostil.
En el caso de la timidez, la persona tiene una conducta retraída o introvertida en las relaciones sociales. El individuo tiene, en mayor o menor medida, un sentimiento innato de timidez, pero sólo algunas personas tienen un grado de timidez tan elevado que limita seriamente sus relaciones interpersonales.
Hay muchas tipos de Timidez, pero hay las más frecuentes suelen ser las siguientes:
- Sentimental: se ven limitados para establecer lazos afectivos o mantener relaciones sexuales, suele ser frecuente que desarrollen una vida solitaria o sin mantener una relación de pareja.
- Social: la persona experimenta seriamente dificultades para mantener relaciones sociales, como consecuencia de una falta de confianza en las propias habilidades.
- Infantil: en muchas ocasiones la timidez se da de manera considerable cuando se es niño y puede ser parte de la psicología infantil que perdurará aún siendo ya adulto. Sería muy aconsejable que un psicólogo infantil pueda ayudar a la niña o niño con su problema de relaciones sociales, porque en esta etapa se forja parte importante del que será el carácter de la persona.
Consecuencias de la Baja Autoestima y la Timidez
Siempre está a la defensiva: el malestar emocional hace que la persona que sufre baja autoestima se sienta más vulnerable, apareciendo un peligro que sólo está en su mente y que le hace activar un mecanismo de “autoprotección” hacia los demás.
Excesivamente crítico o crítica: intentar tener todo controlado para que nada interfiera en los objetivos propios. La persona se vuelva intransigente consigo misma y con los demás, para que las cosas no empeoren. Pero, sucede lo contrario, esa gran rigidez deja poco margen de actuación y le traerá mucho sufrimiento.
Sentirse apagado/a: la sobrecarga emocional desgasta mucho, deja sin fuerza a la persona y sin vitalidad. Todo le suponga un gran esfuerzo físico-mental . Todo ello le dificulta tomar decisiones y su organización de los asuntos de su día a día. Igualmente la tristeza y el estado anímico bajo aparecen, a veces comienzan a sufrir los síntomas de la depresión.
Bloqueo en su crecimiento personal: la persona va a tener mayor dificultad para aprender nuevas maneras de pensar y por lo tanto, también de actuación.
Sólo escucha la perspectiva propia: la invasión de sus propias emociones hace que no escuche a los demás, su angustia hace que no se centre en lo que le rodea. Al no poder atender a otra perspectiva, desaprovecha la oportunidad de conocer diferentes puntos de vista que podrían serle útiles para aliviar dicho malestar emocional.
Sentirse inseguro/a: cuando la persona está pasando un mal momento emocional, su identidad se ve afectada y le cuesta comprender quién es. También le afecta a cómo se siente y hasta dónde es capaz de lograr lo que desea. Llegando a pensar que necesita a alguien que supla esas carencias, que le proteja o salve su día a día.
Miedo al Desapego: el miedo al vacío emocional hace que le cueste mucho desprenderse de personas o situaciones que le hacen sufrir. Aunque todo el terreno emocional esté a punto de derrumbarse, sigue con el empeño de mantener formas de pensamiento rígidas y disfuncionadas.
Tener dolores corporales: el hecho de desatender las emociones, puede provocar que el cuerpo grite lo que la boca calla. Los dolores corporales en muchas ocasiones son representaciones físicas de emociones que no son escuchadas.